Rutinas nocturnas para el cuidado de tu piel

Durante el día, nuestro cutis se ve expuesto a muchos factores como: los rayos del sol, la luz ultravioleta, el polvo y la contaminación, entre otros, por la noche el rostro puede descansar de todas estas amenazas, y es importante que pueda también respirar de todos los productos que le aplicamos durante el día, como: filtros protectores y maquillaje.

Además, durante las horas de descanso las células en la piel realizan diferentes procesos regenerativos y se encuentran muy receptivas a cualquier producto que pudieramos aplicar sobre la piel.

Una rutina de cuidados por la noche no tiene que ser muy compleja, lo mas importante es que le brinde a tu piel las condiciones que necesita para que aproveche al 100% su tiempo de descanso y regeneración.

Para comenzar, es básico demaquillarse diario. No solo te fíes del agua para enjuagar, si aplicaste maquillaje por la mañana aunque este se haya desvanecido utiliza productos cosméticos que te ayuden a removerlo completamente de la cara, el cuello y los párpados. Dejar residuos de  maquillaje sobre la piel tapa los poros y estimula la aparición de puntos negros y espinillas.

Durante el día el rostro también esta en contacto con partículas contaminantes, transpira y desprende células muertas, esto puede no notarse mucho, pero la piel de la cara es mas sensible y resiente la presencia de agentes externos; la limpieza de estos residuos es esencial, asegúrate de hacerlo con un producto dermolimpiador.

Posterior a la limpieza, la aplicación de tónicos específicos preparan muy bien la piel para recibir la crema o producto nocturno que uses. Existe una gran gama de opciones que puedes elegir y eso dependerá de tus necesidades y tu tipo de piel. Procura que el producto que escojas también neutralice los daños que tu piel resiente por agentes externos e impurezas y te hidrate.

La mercadotecnia nos convence de comprar cualquier producto por su aspecto o las maravillas que puede hacer, muchos de ellos no mienten pero es recomendable que consultes a un experto que al determinar las necesidades que tiene tu tipo de piel pueda orientarte y puedas invertir en los productos correctos. 

Para permitir que todos estos procesos tomen efecto es importante también respetar tu ciclo de sueño y dormir suficientes horas de calidad para que el organismo se reponga, de lo contrario será la piel del rostro la que infaliblemente refleje esto al siguiente día.

Una inversión buena aun que no indispensable es adquirir ropa de cama de un tejido fino y microtranspirable, como el algodón, la seda o el satén. Aparte de que los pliegues de la tela no marcaran tu piel, estos tejidos evitan el encrespamiento de tu cabello, previenen enredos y las puntas abiertas, y regulan la producción de grasa.

Ya sean 15 minutos o una hora, no dejes tus hábitos de limpieza facial por la noche, define tu rutina de forma conveniente y práctica para que seas constante y así puedas ver sus resultados y gozar de una piel sana.